Y es que esto de ser pluriempleada no te deja tiempo para mucho más. Cuando llega el fin de semana, entre el cansancio, la desgana y problemas personales varios, una llega a pensar que quiere que sea lunes otra vez para volver al trabajo y olvidarse de todo lo demás.
Esta mala racha personal que llevo desde que comenzó el nuevo año, está haciendo que, más que nunca, piense en ese cambio que tanto necesito. Así que a partir de ahora mi rutina consistirá en trabajar, comer, dormir y planear sobre ese futuro cambio.
Pero no todo es culpa del 2011. En realidad esta extraña y no muy agradable sensación de soledad y decepción viene de unos meses atrás. De hecho la idea de esa nueva etapa que necesito vivir en mi futuro próximo lleva rondándome la cabeza desde septiembre '10 aproximadamente.
Confío en que muy pronto las cosas irán pasando, llegando y corrigiendo su propio rumbo. Como dicen Ketama, “todo tiene su tiempo, todo llega a su hora”. Y llegado el momento, prometo revelar cuál será la solución que pondré a este incómodo malestar.
Y hasta aquí puedo leer.