"Al ser humano hay que enseñárselo todo: a comer, a amar, a ser".(Osho)
Dicen que somos lo que comemos, y qué cierto es. Nunca pensé que una persona podría cambiar tanto según lo que comiera y ahora lo estoy experimentando en mis propias carnes.
Algo tan importante como la alimentación y no nos preocupamos por ello lo más mínimo. El estrés, las prisas, la falta de tiempo, el cansancio, etc. nos alejan del que debería ser uno de los lugares más sagrados del hogar: nuestra cocina. Tenemos hambre, nuestro cuerpo nos pide comida y le damos lo primero que tenemos a mano. Es algo que hacemos tan a menudo, que nunca nos paramos a pensar qué le estamos dando. Si realmente nuestro cuerpo necesita eso, si lleva los nutrientes suficientes, si se trata de algo sano, si estamos siendo honestos con nosotros mismos…
Con el tiempo viene el malestar, los dolores, las enfermedades y, en resumen, todo lo que conlleva una mala dieta. Pero no pasa nada, nos atiborramos a pastillas y creemos que así se nos pasará todo. En la mayoría de los casos no relacionamos nuestros males con nuestra alimentación, pero lo cierto es que ésta es la base de todo. Y la verdad es que si nos preocupáramos un poco más por lo que comemos, nos sorprendería lo bien que podemos llegar a sentirnos con un simple cambio de dieta.
Y esto es lo que yo he hecho. Pero no sólo he cambiado de dieta, sino también y sobre todo he cambiado de conciencia. He dado un paso adelante con la intención de acercarme a otro nivel. Y ¿cuál es el resultado de momento? Que me siento mucho mejor. Porque sé lo que como y sobre todo sé lo que tengo que comer. Ahora sé qué es lo que necesita mi cuerpo y de qué puede prescindir. Ahora también sé qué quiero comer y qué no. Y por encima de todo, ahora más que nunca empiezo a ser honesta conmigo misma. Porque si somos lo que comemos yo antes era algo que no quería ser. Ahora, afortunadamente, me voy aproximando a aquello que siempre he querido ser.
Gracias a esa “luz” que me enseñó cómo comer, ahora siento que empiezo a ser vida.
"En el hombre, todo es arte; en los animales, todo es instinto.[…] En el hombre, nada es instintivo. El ser humano se ha liberado de las garras del instinto[…]. Posee cierta libertad.
[…] Ningún animal come como el hombre; cada uno tiene su alimento fijo. Solo el hombre come todo tipo de cosa, hasta lo más inimaginable.[…]"
3 comentarios:
Me encanta que te detengas en esa gran verdad: "somos lo que comemos",y "ahora sé lo que quiero ser", me encanta. Personalmente he de confesar que por los motivos que has descrito y por muchos otros soy una persona muy descuidada en cuanto a mi dieta, pero sí que me gustaría empezar a ser consciente de lo que es llevar un buen control de ésta y tu post, frente a todo pronóstico, me ha encendido una bombillita.
Gracias por compartir tu sabiduría, experiencias y aspectos tan interesantes de los que mucha gente puede llegar a "nutrirse". Hay tantas formas de "alimentarse".
Lo dicho, pienso estar muy atenta a todo lo que caiga de tus pensamientos a este digno blog. :)
Se echa de menos una nueva entrada por estos lugares...
Acabo de ver estos comentarios! Sí que tengo abandonado el blog... pero pronto, espero volver a escribir.
:)
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