La vida es corta. El tiempo fugaz. El mundo es inmenso. Hay muchos lugares recónditos que descubrir, muchas personas con las que comunicarse, muchas anéctodas que experimentar, muchas lecciones que aprender. Por eso, ¿nos vamos a privar de soñar? Sí, de acuerdo, la vida está llena de imprevistos, sorpresas inesperadas, muchas subidas y muchas bajadas, pero eso no debería ser motivo para tener miedo de mirar más allá o limitarnos a vivir "sólo" el momento (¡que no es poco, eh!) Yo creo que podemos dejar volar la imaginación y soñar con todos esos lugares y cosas que queremos conocer y probar, e ilusionarnos por vivir esas experiencias y compartirlas con las personas que más queremos, tanto los amigos, la pareja y la familia, como aquellas personas que aún nos queda por conocer. (Como leí una vez en un cartel en Nueva York: There are no strangers here -only friends who have not met before. En español: No hay extraños aquí, sólo amigos que aún no se han conocido).
Por estas cosas que menciono, yo he ido descubriendo con el tiempo, que no hay nada más placentero, gratificante y que llene más que VIAJAR. Como ya dije una vez, para viajar no hace falta, como creen algunos, dinero. Lo que es necesario es tener espíritu aventurero y hambre de explorar el mundo. Ayuda también tener una mente abierta, así como nada de miedos o prejuicios. Con estos ingredientes y una maleta llena de entusiasmo e ilusión, cualquier persona puede embarcarse en la gran aventura que es viajar.
Y algunos pensarán, ¿pero cómo vas a pagar los billetes de avión/tren/bus, el alojamiento y la comida que necesitas cuando quieres trasladarte a otro país? Vale, hace falta algo de dinero... pero no tanto como uno cree, y no siempre es imprescindible como uno pudiera pensar. Como siempre digo, y vuelvo a repetir, hacen falta ganas y actitud viajera, y si tienes amigos en otro países o apertura para hacer amigos nuevos, ¡mejor que mejor!
Puedes viajar sol@ o acompañad@, ambas formas son divertidas, porque da igual cómo lo hagas, al final del camino nunca te sentirás sol@, te habrás llevado por delante miles de recuerdos inolvidables impregnados de plenitud y alegría. Lo importante es que te sientas tranquil@ y relajad@.
Y así, de esta manera, sintiéndome en paz conmigo misma, y cargada de ilusión por formar parte de cada rincón de este planeta, he decidido que a partir de ahora intentaré compartir todos mis viajes con la intención de, no sólo dejar constancia de mis vivencias para algún día rememorarlas, sino también contagiaros de lo increíblemente emocionante que es coger una maleta y aterrizar en otro país, con otra cultura, otras tradiciones, otros olores, sabores, sonidos y colores, otro idioma, y otra forma de pensar y ver el mundo... porque este abanico de nuevas sensaciones para vuestros sentidos es, amig@s mí@s, RIQUEZA.
Y, ¿acaso no queréis ser ric@s? Pues buenas noticias, podéis serlo sin jugar a la lotería ni tener varios ceros en la cuenta. Así que ¿a qué estáis esperando? ¡Coged vuestras maletas, vestíos de locos (como decía García Márquez) salid por la puerta y perdeos! Pero nunca os olvidéis que, al final, viajar es regresar.
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