It's hard to stay mad when there's so much beauty in the world.
Sometimes I feel like I'm seeing it all at once and it's too much, my heart fills up like a balloon that's about to burst.

sábado, 27 de julio de 2019

Múltiple

Multiplicarme. De todas las operaciones matemáticas que podría llevar a cabo sobre sí misma, esa sería, sin duda, la que yo elegiría. Multiplicarme para tener 1000 vidas, para vivir 1000 experiencias distintas. Como en un universo multidimensional, me gustaría poder representar miles de personajes diferentes. Tener tantas identidades como fuera posible, siempre y cuando mi más pura esencia no variara demasiado. Me imagino tantas aventuras, tantas historias...

Podría seguir siendo la profesora que soy hoy en día, pero también podría adquirir mil disfraces diversos. Podría ser escritora, cartógrafa, cantante, científica, médica, pintora, marinera... hasta monja de clausura, ¡por qué no! Podría ser una mujer intrépida, fuerte y lanzada que improvisara cada segundo de su vida. Pero también podría ser una mujer reservada, solitaria y que planeara cada paso que diera. Incluso podría, aunque fuera solo por un día, ser un hombre. Uno bueno y que diera un giro de 180º a la masculinidad hegemónica, sin querer quitarle nunca el protagonismo a mis compañeras femeninas.

Podría ser una mujer heterosexual, fielmente monógama que sólo tuviera relaciones duraderas. Pero también podría ser una mujer lesbiana o bisexual, monógama, poliamorosa, promiscua o asexual. Podría vivir mil y una aventuras sexuales o amorosas, ya fuera con hombres (o mujeres) mayores o jóvenes, pero siempre desde la libertad y el deseo mutuo. Desde el cariño y respeto que dos seres humanos deberían tenerse siempre.

Podría yo tener mil amantes, uno para cada día de la semana, o quizá uno para cada hora del día. Podría yo bastarme con mi propio cuerpo y mente, sin necesidad de recurrir a ninguna mente o cuerpo ajenos que me proporcionara placer físico y que satisficiera mis inquietudes intelectuales.
Podría ser yo alguien que buscara constantemente placer físico en la belleza de los cuerpos. O podría simplemente ser alguien puramente sapiosexual que se deleitara con la brillantez de las mentes.

Bien podría pasar yo mi vida viajando con no más que una mochila, un par de mudas, unas hojas en blanco y algo con lo que escribir. Recorrería cada rincón del planeta con la misma ilusión que una niña pequeña cuando descubre el mundo ante sus ojos y pregunta constantemente y con gran interés el porqué de todo. Probablemente hablaría y haría amistad con todas las personas que se cruzaran por mi camino. No obstante, también pudiera yo vivir en un bosque, aislada del mundo, sin ninguna necesidad más que la de alimentarme y contemplar el mundo que me rodea. Una vida simple en la naturaleza, siéndome suficiente tener cerca un río, unos árboles con sus frutos y una cabaña donde refugiarme.

Podría yo convertirme en una figura revolucionaria que cambiara el mundo y que liderara algún movimiento sociopolítico. Podría llegar a ser un símbolo, una lideresa o una salvadora, ayudando a todos y cada uno de los habitantes de este planeta. Y, a ratos, podría ser yo también una temida terrorista que desde la más amarga misantropía se dedicara a repartir justicia (y venganza) a cada uno de los malhechores de este mundo, como una villana justiciera, una especie de V de Vendetta.

Podría yo escribir mil versos y millones de páginas en prosa que inspiraran a generaciones futuras. O podría yo morir en el más absoluto anonimato, sin dejar ni una huella, pasando totalmente desapercibida en la historia de la humanidad. Podría yo cruzar océanos de tiempo a través de la reencarnación para conocer a todas mis "yo" pasadas y futuras. O podría yo morirme y pudrirme sin más con el único fin de mantener el ciclo de la vida.

Podría yo navegar mil mares a bordo de mi navío buscando faros que con su luz incesante me marcaran el camino. O podría yo ignorar mi brújula e ir a la deriva para perderme por cada rincón inexplorado de este planeta. Podría ser yo astronauta y viajar por el espacio, visitando todas las galaxias y fundiéndome con el cosmos siendo lo que siempre fui y siempre seré: polvo de estrellas. O podría yo quedarme eternamente en la Tierra mirando las estrellas desde una playa virgen y oscura.

Podría yo quedarme atrapada en un reloj de arena reviviendo con angustia cada momento vivido. O podría yo romper las agujas del reloj y vivir perdiendo por completo la noción del tiempo. Podría yo volver una y otra vez al pasado mirando con nostalgia todas aquellas fotografías que alguna vez tomé. O podría yo quemar todas esas instantáneas y tatuarme CARPE DIEM en cada poro de mi piel. 

Podría yo vivir rezando y haciendo galletas. Venerando cada día esa energía todopoderosa y omnipresente y confiando ciegamente en ella. Podría filosofar a todas horas sobre el significado de la vida. O bien podría ser una nihilista empedernida sin el más mínimo interés en entender nada.
Podría yo dejarme llevar por mi inconsciente y llevar a cabo cada una de las oscuras fantasías que azotan mi mente sin control. O podría yo seguir aceptando que hay ciertas cosas que simplemente existen para ser reprimidas y controladas por nuestra mente consciente y que no hay que dejar que se materialicen.

Podria yo planear cómo hacer realidad todas estas vidas. O podría yo estar eternamente agradecida por cada estúpido e insignificante segundo de la vida que he elegido tener.

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