Ayer mientras iba conduciendo y escuchaba en la radio una canción de Natalie Cole, me di cuenta de lo poco que nos paramos para simplemente observar el mundo, todo lo que nos rodea. En ese momento recordé que estando aquí en los EE. UU. por primera vez sentí algo que siempre tuve miedo a sentir, y es pensar que la vida es aburrida.
Hubo un día en concreto en el que me empecé a agobiar con la idea de que la vida era aburrida, y me ocurrió porque aquí a veces tengo la sensación de que lo único que puedes hacer es comprar y consumir, y si no tienes dinero, no queda nada para hacer. En ese instante el mundo se me vino encima y pensé ¿cómo puede ser la vida tan simple y vacía?
Obviamente esto no es cierto. Y fue ayer mientras escuchaba esa canción cuando me paré por un instante y miré hacia arriba y contemplé el cielo azul... y entonces vi una bandada de pájaros volando y llegué a sentir esa sensación que creo que deben sentir los pájaros cuando vuelan. Entonces suspiré y me di cuenta de que la vida está llena de cosas preciosas, de seres maravillosos. Que, como dicen en American beauty, hay vida debajo de las cosas y una fuerza benevolente que nos hace no tener miedo a nada. Y me acordé de todas las personas increíbles que he conocido a lo largo de mis 25 años y pensé que es imposible aburrirse en este mundo, porque el simple hecho de tener a esas personas en mi vida y saber que puedo hablar con ellas, reírme y pasar un buen rato hace que sólo puedo sonreír y sentir "gratitud por cada instante de mi estúpida e insignificante vida".
Así que desde aquí mando un mensaje a todas esas personas que creen que la vida es triste y aburrida, y les digo que cuando sientan eso dejen de hacer lo que estén haciendo y simplemente miren a su alrededor, observen, contemplen y den las gracias por pertenecer a un planeta tan fascinante y hermoso como es la Tierra. Y entonces así se sentirán como describía el título de la canción y como me sentí yo, y podrán decirse a sí mismos "I've got love on my mind".
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