Y por fin llega uno de mis momentos favoritos del año: el final. Y no porque me gusten los finales, sino por la nostalgia de recordar cada momento vivido y reflexionar sobre lo aprendido. Pero también porque los finales marcan nuevos comienzos, y estos siempre son emocionantes para mí.
El 2019 empezó regular, yo estaba algo depresiva y me auguraba un año pésimo, pero ¡qué equivocada estaba! La verdad es que este año ha sido genial. Y, normalmente, cuando tengo un buen año siempre lo despido con gran pena y con miedo a no vivir algo igual. Sin embargo, este año puedo decir que me da igual lo que pase en el 2020 porque sé que, al final, traerá algo bueno siempre.
Si tuviera que resumir el año con una palabra esa sería, sin duda, catarsis*. Porque, aunque enero y febrero fueron meses de debilidad mental de los que creía que me costaría salir, en marzo me purifiqué y liberé de esas trágicas emociones que lideraron el comienzo del 2019.
LO MEJOR
- Haber descubierto el increíble poder de los hábitos y haber sido capaz de implementar una rutina que me ha aportado estructura, disciplina y estabilidad.
- El activismo feminista con el que tanto aprendí (talleres, jornadas, lecturas), así como conocer en persona a Lidia Falcón.
- Haber leído más libros que nunca (unos 37 en total) y haber vuelto a hacer uso de la biblioteca pública. Favoritos: El mundo de Sofía, Libera tu magia, Neoliberalismo sexual, Homo deus, Sober curious y El camino del artista.
- Haber aprendido muchísimo sobre nutrición gracias a profesionales como Lucía Martínez, Carlos Ríos, Julio Basulto y Aitor Sánchez.
- Haber descubierto el método Ikigai.
- Los conciertos de Mariah Carey en Barcelona y el de Jamie Cullum en Marbella.
- Haber integrado la meditación y el yoga en mi rutina diaria.
- Haber tenido un verano extremadamente productivo.
- Haber conseguido escribir todos los días durante los últimos 6 meses.
- Haber alcanzado el récord en el número de publicaciones en mi blog (29 en un solo año).
- Mis viajes a Galicia, Asturias, Rumanía, Suiza, París, Madrid y Barcelona.
- Los paseos por la naturaleza: Bosque de Cobre, sendero Río Fuengirola, Senda Litoral, Fragas do Eume, etc.
- Las citas conmigo misma: visitas al Museo Thyssen y al Prado, almuerzos en veganos, tardes de cafeterías, rutas de librerías, etc.
- Haber aprendido un poquito de rumano y de catalán.
- Haber retomando mi pasión por la filosofía y haber leído a Nietzsche, Amelia Válcarcel o Ana de Miguel.
- Series como Merlí, La Casa de Papel, Undone, Fleabag, Mindhunters o The end of the fucking world; y películas como Frozen 2, Una cuestión de género, Joker o Mujercitas.
- Música: este año he escuchado a muchos compositores del romanticismo así como jazz instrumental. Aparte he descubierto a la cantante de pop moldava Irina Rimes.
- Haberme sorprendido con el mundo de YouTube y algunos canales interesantes como: Raquel Bookish, Pick up Limes, Iris Roig, Nathaniel Drew o Mr Avelain.
- Haberme reencontrado con mis amigos de Estados Unidos.
- Haber disfrutado de mi trabajo, mis clases y mis alumnos más que nunca.
- Todos los métodos de organización que he descubierto: Konmari, Google Calendar, Google Keep, el bullet journal, cuadernos, la técnica pomodoro, etc.
- Tener por fin un escritorio como lugar de trabajo, inspiración y creación.
- El concepto danés hygge y su aplicación al hogar o a cualquier entorno.
- Haber integrado el minimalismo un poco más a mi vida reduciendo mi consumo, reutilizando materiales viejos, yendo a mercadillos y tiendas de segunda mano, comprando a granel, etc.
- Haberme carteado a la vieja usanza con algunos amigos.
- Crisis personal de principio de año.
- Inseguridad, dudas, miedo.
- Discusiones tontas.
- Doble mudanza.
*Entre los antiguos griegos, purificación de las pasiones del ánimo mediante las emociones que provoca la contemplación de una situación trágica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario