It's hard to stay mad when there's so much beauty in the world.
Sometimes I feel like I'm seeing it all at once and it's too much, my heart fills up like a balloon that's about to burst.

domingo, 26 de enero de 2020

¿Por qué?

Enero es un mes de cambios, de empezar de cero, de propósitos, objetivos y retos. Llevo años quejándome de que cuando un año nuevo empieza, nunca ocurre nada realmente novedoso. Pues bien, como dice el dicho: cuidado con lo que deseas porque puede hacerse realidad.

Tan sólo llevamos un mes de 2020 y ya he tenido todo lo que cito en la primera línea. La pregunta es, ¿realmente yo quería todo eso? Lo quisiera o no, me ha llegado. Han sucedido cambios, me ha tocado empezar una vida desde cero y marcarme propósitos diferentes a los que tenía en lista antes de acabar el año. Es como si tuviera que descartar por completo el borrador de mi vida para reescribirlo desde el principio, y lo cierto es que no sé por dónde o empezar... sobre todo porque aún no tengo la motivación y la ilusión que suelen venir acompañando a los nuevos comienzos.

Por muchos libros que lea, por muchos tutoriales que vea sobre cómo marcarse y cumplir objetivos, siento que aún estoy lejos de pillarle el truco. Todo lo que leo y oigo en todas partes es que lo más importante para empezar y no tirar la toalla a medio camino es tener claro cuál es el porqué de esos propósitos. ¿Por qué quiero cumplir con esos objetivos? ¿Qué beneficios puedo obtener si los alcanzo? ¿Qué pierdo si no lo consigo?

Pues sinceramente ahora mismo me encuentro en un momento en el que ese porqué no parece tener el más mínimo valor. ¿Por qué hacemos todo lo que hacemos? ¿No es acaso para ser mejores personas, para que nos reconozcan nuestros logros y nos acepten? ¿No es ese el fin último de todo ser humano? Porque como seres sociales al final todos buscamos la compañía de esas personas que nos quieran y acepten tal y como somos, sentir que somos esas personas cuya mera compañía hace feliz.

¿Pero qué pasa cuando nada de lo que haces, aprendes o consigues parece reportarte los resultados que esperabas o deseabas? ¿Servía de algo ese porqué o estuviste equivocada todo el rato? ¿Será que el enfoque es, como dicen las corrientes new age, que debemos hacer cosas por nosotras mismas, por nuestro propio bienestar y no por los demás? ¿Realmente hacemos lo que hacemos sólo para sentirnos bien y satisfechas con nosotras mismas? ¿De verdad no queremos todos y todas, en el fondo, encontrar ese reconocimiento externo? ¿De verdad que sólo queremos cambiar y mejorar para mirarnos en el espejo, guiñarnos el ojo y decirnos "qué guay eres"? 

Será que estoy vulnerable, pero ya no lo compro. El porqué de querer cambiar y de los propósitos es y siempre será que nos quieran. Simple y llanamente. Que nos quieran.

sábado, 11 de enero de 2020

12 meses, 12 libros

Desde pequeña siempre me gustó leer porque no había día que no viera a mi madre con un libro en la mano, y es bien sabido que tendemos a imitar a nuestros progenitores. Por entonces me encantaba leer poesía, libros de aventuras y novelas juveniles de terror (como la serie Pesadillas). A medida que fui creciendo me fui decantando más por los libros de divulgación, y la ficción, así en general, me dejó de llamar la atención.

Este verano conseguí imponerme el hábito de la lectura y ahora me estoy abriendo a la variedad de géneros literarios. Y todo gracias a un reto de lectura que la joven escritora y creadora de contenidos Raquel Brune publicó en su canal de YouTube. El reto consistía en leer 24 libros -como mínimo- en un año, es decir, 2 libros por mes, y cada libro tenía que responder a ciertos criterios con la intención de que hubiera no sólo variedad literaria, sino también inclusión social.

Yo os traigo una versión adaptada y más reducida por si queréis empezar a leer más pero necesitáis ese empujoncito. Os propongo un libros al mes. ¿Os atrevéis?

1) Un libro escrito y protagonizado por una mujer.
Yo elegí A room of one's own (Un cuarto propio), de Virginia Woolfe, pero como ya me lo terminé ahora tengo otros títulos en mi lista como Circe, la historia de la hija de unos dioses griegos, la cual es desterrada por ser un poco rara y quien descubre que tiene poderes de hechicera.




2) Un libro escrito en otro idioma.
Para esta categoría quise retomar un libro en alemán que empecé hace años. Se trata de Der Vorleser (El lector), de Bernd Schlink, que es la novela en la que se basó la película con el mismo título.
Si no habláis otros idiomas, podéis buscar alguna edición bilingüe o bien alguna obra adaptada. En la biblioteca podéis encontrar clásicos de la literatura inglesa adaptados a diferentes niveles (A1, A2, B1, etc). Y si no, simplemente leer un libro escrito por algún autor/a extranjero/a. Aunque yo os animo a que leáis la obra en su idioma original. La gran mayoría estudió inglés o francés en el instituto, así que seguro que hay algún libro que se adapte a vuestro nivel. 

3) Un ensayo.
Entramos en el ámbito de la no ficción, mi género favorito. Os recomiendo los libros de Yuval Noah Harari, el cual hace un magnífico análisis de la historia de la humanidad en su obra Sapiens, mientras que en Homo Deus reflexiona sobre qué clase de futuro nos puede esperar. Yo, como ya he leído ambos, optaré por 21 lecciones para el siglo XXI, su último ensayo.




4) Un libro de temática LGTB.
Antes dije que no sólo iba a tratarse de variedad en cuanto a género, sino también en cuanto temática y tipo de escritores/personajes. Yo para esta categoría tengo dos: Desayuno en Júpiter  (protagonizado por dos chicas cuyas vidas se entrelazan mientras buscan un propósito a sus vidas), de la joven autora española Andrea Tomé, y Call me by your name, escrito por André Aciman y que cuenta la historia de amor entre dos chicos.



5) Un libro escrito y protagonizado por una persona racializada.
¿No os habéis dado cuenta de que la mayoría de las grandes figuras literarias de las que se hablan suelen ser hombres blancos? Pues hala, para romper ese patrón yo he seleccionado The color purple (El color púrpura), escrito por Alice Walker, una mujer afroamericana. La historia aborda temas sociales tan importantes como la esclavitud, el racismo o el machismo.


6) Una distopía.
Las distopías, por definición, son mundos imaginarios indeseables. De vez en cuando no está mal imaginar cómo podría ser el mundo en el futuro con el objetivo de trabajar en el presente en aquellas cosas que no queremos perpetuar y en cuáles queremos mejorar. Para ello ya leí The handmaid's tail (El cuento de la criada) de Margaret Atwood, pero también tengo pendientes otras como la saga de The hunger games (Los juegos del hambre) o Scythe (Siega) de Neil Shusterman, que.también pertenece a una trilogía.



7) Un libro del siglo XIX.
Y ahora toca viajar atrás en el tiempo y desempolvar los clásicos. Es importante conocer cómo se vivía antes para no repetir los mismos errores en el presente. Así que me meto en mi máquina del tiempo y viajo a la Inglaterra de 1813 para perderme en las páginas de Orgullo y prejuicio, de Jane Austen.




8) Un libro de crecimiento personal.
Para iniciar nuestro camino de crecimiento podemos adentrarnos en el mundo del misticismo y la espiritualidad, o bien podemos tirar por el lado de la psicología. Para este proceso de aprendizaje he optado por La buena suerte de Álex Rovira y Fernando Trias de Bes, y El club de las 5 de la mañana de Robin Sharma.



9) Un libro escrito por un/a escritor/a novel de tu país.
Tenemos cantidad de jóvenes con talento poco reconocidos/as. Así que ¿por qué no darles una oportunidad para que sigan desarrollando su creatividad? Para este apartado escogí Schizein y la ciudad donde ya no sale el sol de Gema Vadillo, a la cual conocí por su canal de YouTube.



10) Un libro de poesía.
¿Qué sería la vida sin poesía? Algo muy triste... Mi vida siempre ha estado rodeada de versos y prosa poética porque así veo yo el mundo, con un halo de belleza sutil y delicada. Para este género elijo hoy y siempre a mi poeta favorito: Fernando Pessoa y su Libro del desasosiego, así como su antología poética en versión bilingüe, Un corazón de nadie.




11) Un libro escrito y protagonizado por una persona con una discapacidad física/ enfermedad mental.
Dije que este reto sería inclusivo y por eso no podía dejar fuera a Albert Espinosa y sus preciosos libros. Aún no tengo claro cuál escogeré, pero por si queréis ideas os recomiendo El mundo azul: ama tu caos y El mundo amarillo. Ambos extremadamente emotivos y entrañables.



12) Una novela gráfica (un tebeo de toda la vida).
No todo va a ser leer páginas infinitas de textos sin ninguna ilustración. Qué mejor forma de disfrutar de dos tipos de arte (la escritura y el dibujo) que leyendo un cómic. Aunque es un género que no controlo, sé que hay infinidad de historias chulísimas tanto juveniles como adultas (a ver si os créeis que los cómics son solo para peques). Para este género lo tengo claro desde hace más de 15 años: Persépolis, de Marjane Satrapi. Autobiográfica, llena de referencias históricas y culturales (sobre Irán), ingeniosa, mordaz, inteligente y divertida. ¿Qué más se puede pedir?

Y por si superáis el reto y conseguís leer más de 12 libros y queréis una categoría extra, ahí os dejo esta sugerencia.

13) Un libro de un género que casi nunca leas.
Aquí tenéis más libertad porque ya dependerá de lo que cada uno suela leer. En mi caso hay varios géneros que nunca toco, como puede ser la novela negra, la fantasía, la ciencia ficción, el teatro... En esta ocasión me decantaré por la ciencia ficción, y tengo varios títulos en mente: Yo, robot de Isaac Asimov, Contact de Carl Sagan o ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick.


domingo, 5 de enero de 2020

Cómo cambiar tu vida

Siempre que se empieza un año nuevo se dice eso de AÑO NUEVO, VIDA NUEVA. Muchos nos llenamos de motivación como si por arte de magia el cambio de dígito nos transformara en personas resolutivas y llenas de energía. Nos marcamos cientos de propósitos, nos apuntamos al gimnasio, decimos que vamos a dejar de comer mal, de fumar y que vamos a empezar una dieta. Nos ilusionamos con todos esos viajes que afirmamos vamos a hacer y, en definitiva, nos sentimos poderosas porque una nueva vida se avecina. 

Lo cierto, no obstante, es que nada cambia. El nuevo dígito no tiene poderes místicos que hace realidad eso de este año sí que va a ser mi año y me van a pasar cosas buenas. Si tu vida era un desastre el 31 de diciembre de 2019 y tú te sentías como una mierda, el 1 de enero de 2020 te vas a sentir igual o peor. Todo sigue exactamente igual, y no va a cambiar al menos que tú hagas algo.

CAMBIA EL MINDSET
Hoy en día se habla mucho del mindset (pareciera sonar más guay en inglés). El mindset básicamente es la mentalidad, la actitud. Y esto es lo único que puede cambiar en el comienzo del año. Pero no es que cambie solo, es que tú tienes que accionarlo. Si quieres que el nuevo año sea TU año y que por fin se cumplan todas esas metas que llevas años proponiéndote y a las que nunca te has acercado siquiera, tienes que empezar a hacer cambios en ti.

MODIFICA TU ENTORNO
Una vez tengas la mente programada y adquieras la actitud apropiada, lo primero que debes hacer es modificar tu entorno. Si lo que te rodea es la misma mierda de siempre, ¿cómo quieres sentir que las cosas van a ser diferente esta vez? Y no me refiero a que te mudes de ciudad o huyas a un lugar drásticamente nuevo (aunque también es una opción si te lo puedes permitir), basta con que hagas pequeñas alteraciones. Por ejemplo, haz una limpieza a fondo, tira todo aquello que te ata a tu yo del pasado, cambia la decoración de tu casa o habitación, renueva tu espacio. Este pequeño gran paso ya te hará sentir que partes de un lugar diferente, fresco. ¡Ya has conseguido que haya algo nuevo en tu 2020!

CREA HÁBITOS
Y a continuación viene lo más importante: los hábitos. Déjate de hacer listas de propósitos interminables. Antes necesitas dar estructura y orden a tu rutina diaria y empezar a ser un poco disciplinada. Sin esto, no podrás estar preparada para las novedades. Empieza por construir una mañana productiva, que te haga sentir que obtienes algo. Levántate un poco antes, date un paseo para activar tu cuerpo y llenar tus pulmones de aire fresco (y recibir un chute de endorfinas). Luego nutre tu cuerpo con un buen desayuno, y escribe en una libreta 3 cosas por las que estés agradecida. Empezar la mañana con pensamientos positivos hará que el resto del día sea mucho mejor. Y si aún te queda tiempo, lee un poco, aunque sean 2 o 3 páginas. Así le darás a tu cerebro la estimulación que necesita. 

PONTE OBJETIVOS
Una vez hayas integrado estos hábitos saludables -u otros que te hagan bien-, ya podrás ver con más claridad cuáles son esos objetivos que quieres conseguir (y tendrás la energía adecuada para abordarlos). Así que crea un ambiente acogedor, y vomita en papel todas las ideas que se te vengan a la cabeza. Y cuando ya no haya más, repásalo todo y elige sólo 3 para empezar. Porque si coges más, al final te acabarás frustrando si no llegas a cumplirlos. Mejor empezar poco a poco por cosas realistas y que te motiven a ir a por más. 

BE SMART
Procura que tus objetivos sean SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes, temporales). Así que "ponerme en foma" no es un objetivo SMART. Tienes que ser más específica, por ejemplo: caminar 5000 pasos todas las mañanas a partir de las 10. Este objetivo se puede medir gracias a las apps de los móviles o los relojes inteligentes que pueden decirte si has cumplido con los 5000 pasos o no, es algo realista y fácil de alcanzar (son unos 30 minutos de paseo), es relevante para tu objetivo general (ponerte en forma), y tiene un momento definido en el tiempo.

LLEVA UN REGISTRO
Es importante que lleves un registro de tus objetivos y actualizarlos según tus necesidades o circunstancias. Y sobre todo, reconócete tus logros, ya sean pequeños pasitos como objetivos completados al 100%. Esto te animará a seguir avanzando. Pero lo más esencial es, sin duda, disfrutar del proceso sin importar el resultado, porque el hecho de que estés haciendo algo por cambiar o mejorar tu vida, ya es en sí un logro.  Además, es posible que a medida que progresas te des cuenta de que tus metas pueden variar y hasta descubras nuevas aspiraciones. Así que es conveniente que seas flexible con tus propósitos y estés abierta a que estos muten.

Hay cientos de libros, blogs, canales de YouTube que te guían y aconsejan sobre cómo implementar nuevos hábitos, cómo conseguir tus objetivos y cómo cambiar tu vida. Así que te dejo aquí los recursos que yo he encontrado más interesantes y eficientes.