It's hard to stay mad when there's so much beauty in the world.
Sometimes I feel like I'm seeing it all at once and it's too much, my heart fills up like a balloon that's about to burst.

martes, 18 de agosto de 2015

Redes Asociales

¿Qué coño nos pasa? ¿Cómo nos estamos dejando manipular tanto? La sociedad, los medios y todas las gilipolleces que hemos creado las personas nos tienen totalmente atontados, desnaturalizados y alejados de nuestros instintos primarios. Nos hemos olvidado por completo de la esencia de la vida, de lo que nos hace ser especiales. Hemos dejado la humanidad de lado y abandonado por completo el verdadero significado de la vida: el amor. Hemos caído como tontos ante los embrujos de un mundo virtual, superficial y carente de sentimientos. Un mundo en el que todo acaba con un clic. Un mundo en el que todo dura lo que nuestros dedos quieran que dure. Un mundo en el que nos escondemos porque cuando algo no nos gusta o no nos conviene nos minimizamos. 

Huimos de la verdadera vida, de la única realidad palpable por miedo a ser nosotros mismos, a ser libres. Y todo esto se ha acentuado con la aparición de las redes sociales. Algo que puede pasar de ser útil a ser una condena. Miro a mi alrededor y sólo veo cabezas gachas que ignoran totalmente las maravillas que les rodean. Vivimos pegados a una pantalla que nos muestra todo cuanto queremos, esperando siempre algo y dejando la vida pasar. Nos hemos convertido en una sociedad mimada y dependiente de lo fácil. Esa facilidad de acceder a todo cuanto hay en el mundo nos ha hecho no querer saber nada del mundo. Hoy en día ya no hay nada que no podamos hacer a través de la tecnología: hacemos gestiones bancarias, hacemos nuestros deberes, hacemos cursos online, hacemos la compra, vemos conciertos, escuchamos música, conversamos, discutimos, rompemos, ¡hasta nos enamoramos y follamos por Internet! 

¿De verdad una pantalla puede importarnos más que compartir momentos con las personas que queremos? ¿De verdad una foto es más bonita que aquello que tenemos delante y que podemos tocar, besar, oler y oír? ¿De verdad preferimos renunciar al cariño, al afecto y la admiración de la cercanía y la cambiamos por la frialdad de la lejanía y el espacio entre nuestros cuerpos? ¿Tan vacíos estamos? ¿Tan amargados estamos que sólo queremos mostrar nuestro mejor perfil? Un perfil de Facebook, de Whatsapp, de Twitter o de lo que sea que no es más que una farsa, una fachada inventada, una careta que sólo muestra lo que en realidad nos gustaría ser, o peor aún, lo que queremos que los demás crean de nosotros. Estamos muy confundidos. Eso que vemos en las redes sociales no somos nosotros, ni nuestros amigos. Son sólo un cúmulo de imágenes y enlaces que nos llevan a los personajes que hemos creado para evadirnos del mundo.

¡Cómo podemos despreciar tanto el mundo que tenemos a nuestro alcance! ¡Cómo podemos limitarnos a soñar virtualmente! ¡Cómo podemos permitirnos que la vida pase sin pena ni gloria sólo por tener unos momentitos de éxito entre nuestros contactos, sólo por alimentar nuestro ego con unos cuantos "me gusta" de personas que muchas veces ni nos molestamos en conocer o ni nos importan!

La vida está ahí fuera, y es mucho más fascinante que todo lo que ocurre en las redes sociales. Compartir es mucho más que hacer clic en un botón y hacer público algo que he visto o hecho. Compartir es estar presente en el mundo, es estar al lado de las personas que quieres, es querer experimentar las cosas en compañía, es sentir la complicidad de una mirada o un gesto. Vale que no todos nuestros amigos están en nuestra misma ciudad, vale que las redes sociales son una herramienta que bien usada puede ser genial para no perder el contacto con aquellas personas que viven lejos... Pero venga, hagamos un esfuerzo y acerquémonos a esas personas. Llamémoslas e invitémolas a hacer algo juntos, visitémoslas allá donde estén, acerquémonos de una forma más tangible y menos abstracta, hagamos todo lo posible por mirarles a los ojos y sonreírles, o ¡llorarles si es necesario! Pero por favor, dejemos de ser tan impersonales, despeguémonos de las pantallas y creemos nuestra realidad en el día a día, mano a mano con nuestro entorno, sin abusar de lo que hace unos años ni siquiera existía. Volvamos a los inicios, cuando éramos personas de carne y hueso, cuando éramos valientes y afrontábamos la vida sin escudos, sin pantallas, sin teclados ni emoticonos que hablaban por nosotros. Vivámonos de verdad. Amémonos sea cual sea nuestro estado de Facebook.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Diferencias reconciliables

No sabría cómo empezar a relatar todas las cosas nuevas y enriquecedoras que estoy viviendo últimamente. Supongo que todo empezó con el gran cambio que tuvo lugar a principio de año, ya que desde ahí parece que todo se ha ido sucediendo casi en efecto dominó. Pero sin duda, este fin de semana último (seguido del comienzo de la semana) creo que está marcando el inicio de algo nuevo y muy interesante.

Todo empezó cuando el jueves almorcé con dos personas aparentemente opuestas a mí (más bien una de ellas), pero con las que creo firmemente voy a tener más en común de lo que nunca podría haber imaginado. Y lo sé porque durante las 2 horas que estuve con ellos, pasé un rato de lo más agradable, conversando y riendo con total naturalidad, sencillez y espontaneidad Y no sólo eso, sino que repetimos el domingo en un ambiente mucho más familiar y otra vez ayer y hoy. Lo cual puede significar que esto no es más que el comienzo de una preciosa amistad de la que estoy segura aprenderé muchísimo. De momento, ya puedo sentir cómo me llena de satisfacción y emoción poder compartir estos intensos momentos y largas conversaciones que a veces encuentro tan surrealistas.

El jueves por la noche seguí fascinándome con mi propia vida. Esta vez al lado de personas que por el contrario sí sienten y ven la vida con el mismo corazón que yo, mis compañeros animalistas. Pasamos una velada encantadora y llena de magia, sobre todo a partir de media noche pues -como en la película de Woody Allen- la ciudad adquirió un color diferente, el tiempo se detuvo y lo “intangible” se materializó. No nos hizo falta más que una terraza con buenas vistas, una luz tenue y una lista de 36 preguntas para enamorarnos. ¡Y vaya que si lo hicimos! Yo no sé si fue el embrujo de la luna que reposaba sobre la Alcazaba de Málaga, la fresca brisa que hacía que nos arrimáramos más para darnos calor o la sinceridad y tranquilidad con las que respondimos a esas preguntas, pero lo cierto es que yo me volví “a casa” con una sonrisa en la cara y mariposas en el estómago, de esas que sólo eres capaz de sentir cuando amas de verdad y que te dan la sensación de que van a aletear con fuerza eternamente.

El sábado fue un día de... ¿cómo definirlo brevemente? Podría decir tolerancia, respeto, diálogo, generosidad, humildad... pero siento que usando todas estas palabras no consigo acercarme a lo que realmente yo sentí mientras paseaba por mi amada Córdoba sultana en compañía de lo que muchos de mis “hermanos” considerarían el enemigo. Lo que he aprendido este fin de semana es que hay que conocer al “enemigo”, hay que acercarse a él de todas las maneras posibles, hablar y descubrir sus inquietudes y aspiraciones, tratar de entenderlo, aceptarlo y hacer que las diferencias sirvan para relexionar y complementar. Pero sobre todo, y por encima de todo lo demás, hacer todo lo posible por centrarse en aquellas cosas que se tienen en común, porque sorprendentemente cuando uno escucha y habla con el corazón abierto, libre de miedos y prejuicios, descubre que en el fondo hay más cosas que te unen a ese “oponente” de las que jamás hubieras podido ni tan siquiera soñar. Y entonces te das cuenta de que la amistad y el amor pueden surgir en las situaciones más inverosímiles y con las personas más inesperadas. Y ¿sabéis qué? No hay nada más bonito que sentir aprecio, cariño y admiración por alguien que se aleja de lo que en principio creemos buscar.

Por si fuera poco, por la noche tuve un viaje de vuelta a la realidad cargado de secretos y confesiones que hicieron que llegara a casa con la certeza de que a partir de ese momento tenía dos nuevas amigas con las que estoy deseando compartir mucho más que nuestro amor y ganas de defender a nuestros amigos y hermanos los animales.

Por tanto, puedo afirmar y gritar a los cuatro vientos que esta semana (empezando el pasado jueves) ha estado llena de AMOR en mayúsculas, de ese que es sinónimo de compartir y dejar ser uno mismo, de ese que significa autenticidad, complicidad, confianza y -¡cómo no!- libertad.

martes, 24 de marzo de 2015

¿Renuncia o ganancia?

A menudo me preguntan (o directamente me afirman) si la "dieta vegana" no es demasiado restrictiva. Yo siempre respondo que para mí ha supuesto todo lo contrario. Yo veo esta forma de vida (que no sólo la dieta) como una forma de liberación y abundancia absoluta en todos los sentidos. Muchos no lo entenderán cuando les cuente todas las cosas que he eliminado, reducido o quiero evitar en mi vida (tanto en la alimentación, como en la vestimenta, la cosmética, la limpieza del hogar y todos los demás ámbitos del día a día), porque lo cierto es que sólo cuando lo experimentas en primera persona logras comprenderlo.

Siempre me ha gustado intentar ser lo más coherente posible con mis principios y valores, pero no es fácil viviendo en una sociedad hipócrita, sumisa y enferma... no obstante, tampoco es tan difícil como quieren hacerlo ver algunas personas. Sólo basta con echar la vista atrás y recordar cómo se vivía antes de que la locura capitalista comenzara, cómo vivían nuestros abuelos incluso nuestros padres, cuando primaba la sencillez, lo casero, lo natural. Yo creo que es necesario volver a esos orígenes y a la vez seguir evolucionando, es decir, quedarnos con lo bueno del pasado y trabajar para que lo que está por venir sea mejor que lo presente.

En realidad muchas de las cosas a las que renuncio no son más que aquellas cosas que hace 50 años no existían o no se usaban, y que a día de hoy, lejos de haber hecho nuestras vidas más fáciles y cómodas, las han vuelto más tóxicas y artificiales. A otras simplemente renuncio por motivos éticos. ¿De qué cosas hablo? Pues en lo que a la alimentación se refiere toda la comida procesada, envasada y precocinada (bollería industrial, galletas, chocolatinas, congelados, zumos de bote, refrescos, etc), así como a todo lo que sea de origen animal; en cuanto a la cosmética e higiene todo aquello que abuse de sustancias químicas tóxicas como los parabenos, aluminio, sulfato de sodio, BHA, BHT, etc (maquillaje, perfumes, champús, cremas corporales, desodorante, detergente, etc) y que haya sido testado en animales; también excluyo medicamentos sintéticos; y por último, procuro no consumir vestimenta de procedencia animal (cuero, lana o seda).

Seguiréis pensando (¡con las manos en la cabeza!) que este estilo de vida es extremo, radical e imposible. Pues bien, al principio puede ser complicado realizar tanto cambios, pero poco a poco se convierte en inercia y uno se acostumbra y aprende cuáles son las opciones aptas para vivir acorde a esta filosofía. Uno empieza a descubrir alternativas mucho más naturales, saludables y positivas, y entonces se da cuenta de que aunque ser 100% coherente sigue siendo una aspiración a la que acercarse, la vida empieza a cobrar un nuevo sentido. Uno comprende que ser ecologista y/o animalista (como yo solía pensar siempre) no consiste en decir que lo eres, consiste en hacer cambios en la propia persona, se trata de dar pequeños pasos cada día, de avanzar diariamente en este proceso evolutivo, y nunca intentando ser mejor que los demás, sino ser un poquito mejor que la persona que eras ayer. Para mí este viaje (que no destino) tiene más sentido que seguir a la corriente, porque con cada cosa que aprendo y adopto nueva en mi vida, comprendo que los que en realidad llevan una vida restrictiva y de "esclavitud" son los que siguen al rebaño -pues no cuestionan nada-, mientras que volviendo a donde venimos -a lo natural- y siendo más críticos, conscientes y selectivos, conseguimos liberarnos de todo cuanto intentan meternos por fuerza y conectamos con nuestra esencia primaria.

Por lo tanto, recordando un artículo que leí hace poco, para mí renunciar significa, sí... arriesgar, arriesgar a sentirte excluida por momentos y a que te miren como un bicho raro, pero también significa ganar. Ya lo dice el dicho, el que no arriesga no gana. Después de todo tras el sacrificio siempre viene la recompensa. Y yo al renunciar a la toxicidad, gano salud. Al renunciar al sufrimiento, gano bienestar. Al renunciar a la imposición, gano libertad.

martes, 17 de marzo de 2015

Más allá del ombligo

Desde chica siempre he tenido una personalidad fuerte. Siempre he tenido claros cuáles eran mis ideales y siempre los he defendido vehemente. Incluso cuando era pequeña y era muy tímida, siempre me importó poco lo que opinaran los demás y nunca dejé de actuar acorde a mis principios (aunque los niños se rieran de mí por jugar a "curar a los árboles", uno de mis juegos inventados favoritos).

Mis padres siempre me enseñaron a luchar por mis valores y a ser libre a la hora de manifestarlos. Pero también me enseñaron que la base de todo es la comunicación y el respeto. Hablando se entiende la gente, como se suele decir.

Por desgracia no siempre es fácil ser una persona comunicativa, honesta y constructiva. Muchas veces sentimos miedo de expresar nuestra opinión por "el qué dirán". A mí eso siempre me dio igual. Otras veces nuestro ego puede tanto que nos olvidamos de que no todo gira en torno a nosotr@s y que hay personas con otras opiniones igual de respetables.

Me aburre esa presión de tener que quedar bien todo el rato, de ser políticamente correcto constantemente hasta el punto de llegar muchas veces a ser hipócritas. Me aburre que siempre nos guste tener la razón por encima de todos los demás. Hay muchas formas de decir las cosas y también muchas realidades. No existe una verdad única que todos tengamos que acatar y no discutir. Creo que cada uno tiene su visión y cada individuo debería sentirse (y ser) libre de expresarse abiertamente. Cualquier cosa vale, siempre que se haga desde el respeto y la apertura de mente. Porque en el momento en el que nos encerramos en nuestra propia verdad y no intentamos entender al otro, perdemos toda credibilidad.

¡Cuántos conflictos nos ahorraríamos si desde un primer momento nos dedicáramos a transmitir nuestros pensamientos sin censuras! Ojo, que eso no quiere decir que debamos insultar o faltar al respeto si el debate se caldea. Todo lo contrario. Parece que no nos damos cuenta del poder del diálogo y las palabras que empleamos (hay que pensar antes de hablar). La comuncación es la base del entendimiento. Sin esos cimientos no podemos construir nada. Por el contrario, si nos guardamos todo y no damos pie a la conversación, puede llegar un punto en el que nos montemos tal película dentro que nos creamos con derecho a ningunear a los demás sin ningún tipo de empatía. 

Tiene que ser frustrante vivir eternamente prisioneros de nuestras propias opiniones, o camuflados por palabras superfluas que se alejan bastante de lo que predicamos. Se nos da muy bien cabrearnos y hacer conjeturas, prejuzgar y poner etiquetas, pero se nos da muy mal coger a esas personas con las que tenemos un malentendido y decirles "Oye tú, tenemos que hablar". Y uso la primera persona del plural porque soy humana y también me miro el ombligo a veces y me equivoco.

A veces anteponemos la idea a la persona que hay detrás de ella.
Las convenciones sociales y nuestra mente nos presionan demasiado y nos hacen olvidarnos de lo que es la espontaneidad, la naturalidad, la humildad, la empatía y la sencillez, que salen directamente del corazón. Cualidades que todos valoramos, pero que pocas veces ponemos en práctica. Por el contrario, hacemos demasiado uso de la soberbia, la prepotencia y la chulería.

En los últimos días he estado involucrada en varios debates y he visto un poco de todo. He leído opiniones diversas y he visto cómo cada persona tomaba una actitud diferente en el debate. Incluso he sentido como yo misma no me expresaba igual según el tema  de discusión, el momento y el tono de los demás participantes. Me he reído, me he indignado, me he sorprendido, me he cabreado, me he maravillado, y en definitiva me he visto en diferentes tesituras que me han hecho aprender mucho sobre la forma en la que nos llegan los mensajes y la manera en que nosotros interpretamos las palabras.

Y al final he concluido que comunicarse es precioso y vital para la evolución y que lo único que nos hace diferentes a otras especies es cómo utilizamos el lenguaje. Una herramienta que puede traer la paz o la guerra. Sólo basta usarla con sensatez, amor y serenidad para traer lo primero.

viernes, 9 de enero de 2015

¡Veganízate!

Sé que hay mucha gente interesada en la dieta vegana o vegetariana, y que le gustaría adentrarse más, pero que por imposición social, costumbre, flojera, desconocimento, "miedo" o ineptitudes culinarias no se atreven a dar el paso. Algunas personas quieren hacerlo, pero tienen sus dudas. Lo sé, yo también he estado en esa posición. Así que se me ha ocurrido elaborar esta entrada en mi blog para animar a esas personas que no se atreven a hacer ese cambio, y para ello os expongo aquí algunos de los motivos por los que no hay que temer a introducirse en este mundillo tan fascinante.

Entonces, ¿por qué hacerse vegano? (Que cada uno ponga sus prioridades en el orden que considere oportuno):
1) Por los animales. La filosofía vegana (porque no es sólo una dieta), vive en consonancia con los valores de amor y respeto absoluto por todos los seres vivos sintientes. Al no consumir animales, te sentirás más aliviado al saber que no estás colaborando de forma directa en la industria cárnica y pesquera y estarás salvando diariamente a millones de animales que no serán sacrificados en tu nombre.

2) Por la justicia social. La mayoría de los campos de cereales del mundo están destinados a la alimentación del ganado que luego servirá para saciar el paladar exquisito de unos pocos, mientras que el 80% de la población mundial muere de hambre. Esos cereales (trigo, maíz, soja, etc) usados para el ganado podrían alimentar a millones de personas.


3) Por el medio ambiente. La producción de carne es la causa nº 1 de la contaminación del planeta. Deforestación de bosques para la crianza de bovinos, lo cual destruye el suelo impidiendo que éste se regenere; contaminación del agua y el terreno producida por las heces del ganado, el cual al no ser alimentado con hierba fresca sino con piensos artificiales, producen gases mucho más contaminantes que el CO2 (el metano); contaminación del aire por las industrias cárnicas; contaminación de los mares debido a la sobreexplotación pesquera, etc. Para producir carne hace falta mucha más energía que para producir alimentos vegetales.


4) ¡Por tu salud! Estudios científicos han demostrado que el consumo de productos animales (abundante en las dietas occidentales) está relacionado con enfermedades como el cáncer, la diabetes, enfermedades cardiovasculares, etc. Para más información (científica) podéis leer "El estudio de China", del doctor T. Colin Campbell, licenciado en Bioquímica y Veterinaria, con doctorado en Nutrición y Microbiología, nutricionista de profesión y profesor emérito de la Universidad de Cornell (EEUU); así como "Mis recetas anticáncer" de la médico de familia Odile Fernández (Granada). En estos libros se detalla como una dieta rica en frutas, verduras y cereales y carente de todo producto animal unida al ejercicio físico, el pensamiento positivo y la meditación, entre otras cosas, pueden mantenerte sano y prevenir las enfermedades arriba citadas así como otras dolencias. 
En estos libros también se habla de conceptos "polémicos" como las proteínas animales y la vitamina B12, motivos principales por los que muchas personas no creen que la dieta vegana sea posible o saludable. Para aclarar el tema de la B12 de forma mas inmediata podéis leer este breve artículo: http://irenebueno.es/art%C3%ADculos/el-mito-de-la-vitamina-b12/
5) Por tus papilas gustativas :). Cuando te haces vegetariano adquieres nuevos hábitos, te vuelves más curioso, experimentas más, descubres nuevos sabores y texturas y tus papilas gustativas se vuelven mas versátiles. Empiezas a ver la comida de otra forma, en vez de una mera costumbre, se convierte en un verdadero placer que disfrutarás como nunca. También te das cuenta de que es lo más importante que haces en tu vida, pues es aquello que te proporciona energía, te alimenta y te nutre.
¡¡Lo que te mantiene vivo!!
Si odiabas la cocina, aprendes a amarla. Conocerás la gran variedad de alimentos que nos regala la Tierra, aprenderás a identificar los distintos nutrientres que necesita tu cuerpo, y vivirás en general de forma más consciente. Dejarás de sentirte atontado y dependiente y pasarás a ser una persona que sabe lo que hace con su cuerpo en todo momento. Te volverás mas protector de tu salud y querrás cuidarte y mimarte más. ¡Te sentirás como una rosa!
Seguro que seguís teniendo miles de dudas. Es normal. Podéis preguntarme lo que queráis, os contaré desde mi experiencia. Y recordad que siempre podéis pedir asesoramiento a profesionales (nutricionistas, naturópatas, bioquímicos y otros expertos en salud). No os olvidéis de que en la variedad está la riqueza, así que cuantas más opiniones tengáis y más libros leáis, mejor. Y sobre todo aseguraos de obtener información de calidad y con fundamento, y nunca dejéis de investigar y preguntar. No os quedéis sólo con lo que os diga vuestro médico de cabecera (que en la mayoría de los casos, poco saben del tema) o vuestros familiares. Es importante tener una mente abierta, curiosa y crítica. 

Para más informacion aquí os dejo con mi bibliografia recomendada:
  • The China study, Dr T. Colin Campbell. El estudio científico sobre nutrición más completo realizado hasta el momento.
  • Mis recetas anticáncer, Dr Odile Fernández. Experiencia personal de superación de un cáncer de ovario. Consejos prácticos para prevenir el cáncer.
  • The kind diet, Alicia Silverstone. Experiencia personal y autobiográfica de la actriz y activista por los derechos de los animales.
  • Por qué amamos a los perros, nos comemos a los cerdos y nos vestimos con las vacas, Melanie Joy, profesora de psicología y sociología en la Universidad de Massachussets.
  • Veganismo. De la teoría a la acción, Salvador Cotelo. Historia del veganismo y cómo aplicar todos los conocimientos a la práctica. (Podéis descargarlo gratuitamente en el enlace).
  • The food revolution, John Robbins. El heredero del imperio heladero Baskin Robbins habla sobre cómo la dieta puede ayudar a salvar tu vida y al planeta.
  • Mis recetas de cocina anticáncer, Dr Odile Fernández. Libro de recetas que sanaron a la médico de familia que padeció cáncer de ovario.
  • The happy herbivore, Lindsay S. Nixon. Libro de recetas veganas.
Y si no te animas de momento a leer ninguno de estos libros, siempre podrás consultar estos sitios en la Red:
  1. Foro Vegetariano: http://www.forovegetariano.org/foro/
  2. Hazte vegetariano (información para la transición): www.haztevegetariano.com
  3. Vegetarianismo (información y recetas): www.vegetarianismo.net
  4. Mis recetas anticáncer (blog de la Dr Odile Fernández): www.misrecetasanticancer.com 
  5. Unión Vegetariana Española: www.unionvegetariana.com
  6. Dimensión Vegana (web argentino-española con vídeo-recetas): http://www.dimensionvegana.com/
  7. The Happy Cow (guía de restaurantes y tiendas en todo el mundo): http://www.happycow.net/
  8. Danza de fogones (blog de recetas+fotografía): http://danzadefogones.com/
  9. Vida natural, ética y sana (página de la coach nutricional Laura Paglia): http://healthy-life-coach-es.weebly.com/
  10. Apuntes en verde... encantada: http://apuntesenverdeencantada.blogspot.com.es/
  11. Santuario Gaia (web oficial del santuario de animales catalán): http://santuariogaia.org/
  12. AnimaNaturalis (organicación iberoamericana): http://www.animanaturalis.org/manual
  13. VegFamily (información para familias veganas): http://vegfamily.com/
  14. Divina Teresa (catálogo de esta marca de comida vegana): http://www.divinateresa.com/es/
  15. Dime qué comes (blog de nutrición): http://www.dimequecomes.com/
  16. My new roots (holistic nutrionist blog): http://www.mynewroots.org/site/
  17. Cocina Vegana Fácil (blog recetas): https://cocinaveganafacil.wordpress.com/ 
  18. La Cazuela Vegana (blog recetas): http://lacazuelavegana.blogspot.com.es/
  19. Begin Vegan Begun (blog recetas): http://beginveganbegun.es/
  20. Veganiza al chef (blog recetas): http://veganizaalchef.wordpress.com/
  21. La dolce vita vegana: http://ladolcevitavegana.blogspot.com.es/
  22. Sin Colorantes (recetas vegetarianas y ayurveda): http://www.sincolorantes.com/
  23. La Peruana Vegana (blog de cocina peruana): http://laperuanavegana.wordpress.com/
  24. Mireia Gimeno (cocina integral, sin gluten y vegana): http://www.mireiagimeno.com/
  25. Just vegetal (salud y conciencia): http://www.justvegetal.com/ 
  26. Mostaza y media (blog de recetas 100% vegetales): http://mostazaymedia.blogspot.com.es/ 
  27. VeganWiz (recetas y trucos de cocina vegana): http://www.veganwiz.es/
  28. Hogar Vegano (Uruguay): http://hogarvegano.wordpress.com/
  29. Resistencia Vegana (movimiento anarquista): http://www.resistenciavegana.es/es/

Los animales no humanos y yo os damos las gracias por leer hasta aquí :)


jueves, 1 de enero de 2015

Balance 2014

Como siempre, me despido del año que se va haciendo un viaje retrospectivo hacia lo que para mí han significado estos 365 días que ya quedan atrás para siempre. Y una vez más, antes de mirar al frente y empezar a ilusionarme con los nuevos propósitos, veo necesario hacer un balance del 2014 para aprender de lo bueno y lo malo que he experimentado.

El 2014 ha sido sin duda el año de los viajes, de dormir en aeropuertos o de ir directamente al trabajo sin dormir después de varias horas de vuelo, el año de los libros, del aprendizaje y del enriquecimiento personal, pero también de los altibajos e incertidumbres sentimentales.
Y si tuviera que describirlo con una sola palabra, diría que ha sido el año de mi evolución espiritual.


LO MEJOR:
  • Haber empezado el año recorriendo el norte de España con una persona muy especial. Haber vuelto a lugares tan mágicos como Santander, Santillana del Mar, San Vicente de la Barquera, Comillas... y haber descubierto otros nuevos como Fuente Dé y Covadonga.
  • Haber hecho de media una escapada al mes a diferentes ciudades europeas con la mejor compañía: Bruselas, Brujas, Gante, Luxemburgo, Barcelona, Londres, Madrid, París, etc.
  • Haber celebrado el aniversario de la amistad con mis amigas de toda la vida, haber asistido a la boda de otro gran amigo y haberme reencontrado con mis amigas Erasmus.
  • Haber cumplido mi sueño de ir a Venecia a pasar unas vacaciones románticas y haber recorrido parte del norte de Italia: Lago de Como y Lago de Garda.
  • Haber vuelto a Disneyland Paris con el mejor equipo Disney posible y haber disfrutado a tope del parque gracias al PilyPass.
  • Haber conocido a otros veganos y haber aprendido mucho y pasado buenos ratos con ellos, alegrándome así de saber que existen buenas personas que se preocupan por los animales tanto como yo. Haber asistido a varios cursos de comida vegana y haber encontrado la inspiración y el placer en la cocina. Y haber mejorado mi alimentación y mi estilo de vida hacia una forma más sana.
  • Haber descubierto varios libros llenos de ciencia, sabiduría, reivindicación e inspiración: Mis recetas anticáncer de la Doctora granadina Odile Fernández, El estudio de China del Bioquímico americano Dr T. Colin Campbell, The kind diet de la actriz y activista Alicia Silverstone, Veganismo: de la teoría a la acción de Salvador Cotelo y Por qué amamos a los perros, nos comemos a los cerdos y nos vestimos con las vacas, de la profesora de psicología y sociología americana Melanie Joy.
  • Haber celebrado el cumpleaños de mi madre en Madrid viendo a Anastacia en directo.
  • Haber retomado el contacto con la familia y haber pasado muy buenos ratos en el campo rodeados de naturaleza y alegría.
  • Saber que en mi entorno hemos podido ayudar a varios animales sin hogar: Berlioz (mi gatito), Pastora, Manuela (y sus 6 cachorritos), Yingo... Y cómo no, seguir disfrutando de la bondad y cariño de Milú, el perrito que adoptamos el año pasado y que ya siempre será nuestro bebé.


LO PEOR:
  • Esos momentos en los que creí haber perdido algo muy importante de nuevo debido a los malentendidos, las dudas y la inseguridad.
  • Haber visto sufrir a personas que quiero y la impotencia de sentir que no podía ayudarlas de la forma que quería.
  • Los prejuicios de algunas personas respecto a mi nueva vida y sentir que tenía que dar explicaciones.
  • La distancia física entre yo y muchas personas queridas. Y también el distanciamiento de otras personas cercanas.


Para el 2015 pido más amor, más compasión, más conocimientos y sabiduría, salvar más vidas, más salud, más comida rica y saludable, más viajes, más aventuras y experiencias, más amistad, más encuentros con personas interesantes y más sorpresas :)
¿Propósitos? De momento seguir planeando viajes y dejarme llevar por lo que vaya sucediendo día a día. Pero sobre todo seguir aprendiendo y mejorando.

¡¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!!