It's hard to stay mad when there's so much beauty in the world.
Sometimes I feel like I'm seeing it all at once and it's too much, my heart fills up like a balloon that's about to burst.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Despertar

En los últimos meses he recogido información extremadamente valiosa de unos cinco o seis libros diferentes, y puedo afirmar que cuanto más leo, más ganas tengo de seguir indagando en nuevos escritos y seguir aprendiendo de ellos. He adquirido conocimientos que me están haciendo reflexionar mucho sobre mi vida y los cambios que estoy llevando a cabo en ella. Yo siempre presentí que estos cambios llegarían a mi vida porque siempre fui muy consciente de hacia dónde iba a evolucionar mi persona, pero lo que desconocía era cómo, cuándo y de qué manera iba a ocurrir eso.

Yo desde pequeña siempre me consideré diferente a los demás, y cuando por momentos me olvidaba de ello, siempre había alguien ahí que se encargaba de recordarme lo "rarita" que era. Siempre noté que yo veía y sentía las cosas de una manera especial, con una sensibilidad que en parte probablemente heredé de mis padres y seres cercanos. Yo creía que esa esencia mía permanecería virgen e impenetrable, pero con el tiempo me di cuenta de que al igual que la inocencia, mi sensibilidad y conciencia también se verían corrompidas.

Yo solía criticar (y admito seguir haciéndolo) mucho a los demás por su debilidad y sumisión al sistema y creía que yo nunca estaría tan ciega. Ahora no me queda otra que asumir con pesar el mea culpa al darme cuenta de que yo solita también caí en las garras de la sociedad y cerré los ojos para seguir al rebaño. ¡Yo que pensaba que era un ser puro libre de contaminación social! Resultó que al final no fui más que otra víctima.

Por suerte, no todo es para siempre y no hay nada que sea eterno mas que el cambio. Y por eso ahora creo poder decir que, afortunadamente, estoy despertando de ese letargo y volviendo a mi estado inicial de conciencia. ¡Ya empiezo a ver la luz de nuevo! Es increíble, pero creo que me estoy reencontrando conmigo misma y poco a poco me siento más segura al afirmar que estoy siendo más honesta con mis principios y valores y que empiezo a convertirme en la Alba que realmente soy y quiero ser; comienzo a asumir mi verdadera identidad. 

Y lo cierto es que sienta bien el cambio. Me siento más ligera, más cerca de mi mente y mis entrañas, más conectada con la naturaleza, con lo ensencial... en definitiva, más libre. Libre de convenciones, prejuicios, mentiras, lavados de cerebro, cadenas sociales, afirmaciones perniciosas, ignorancia consentida, inseguridad... Por supuesto que aún me queda mucho que aprender y absorber de este universo, y mientras haya desconocimiento habrá inquietudes, dudas, incertidumbre, preguntas y curiosidad, pero estas cosas no hacen más que darme vida y energía para seguir investigando, indagando y deseando adquirir conocimientos de todo y todos cuando me rodean. No hay nada en este mundo que no me interese, pues todo forma parte de este cosmos, y yo quiero conocer todas sus pequeñas partículas. Y yo... no soy más que una diminuta molécula. No obstante, lejos de sentirme insignificante, miro dentro de mí y me siento grande y afortunada por poder formar parte del milagro de la vida.

Por todo esto, quiero utilizar ese poder interior que siento tener para mejorar y dejar mi huella en este sistema de cosas infinito. No quiero guardarme todo cuanto veo, pienso y sé, quiero compartirlo y quizá -¡sólo quizá!- consiga llegar a otras mentes y despertar conciencias. O quién sabe, tal vez esas mentes consigan despertar aún más la mía. Pues entre todos formamos una red repleta de interconexiones que parecen estar sumidas en un profundo sueño, y yo creo que ya es hora de dejar de dormir y despertar de una vez para disfrutar plenamente de lo que albergamos en nuestros cuerpos físicos. Es momento, no sólo de contemplar, sino de actuar y formar parte activa de nuestra existencia.

Abramos los ojos, el alma, la mente y el corazón. Respiremos hondo, miremos a nuestros alrededor, admiremos y demos las gracias. Y seamos, simplemente permitámonos SER.

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