It's hard to stay mad when there's so much beauty in the world.
Sometimes I feel like I'm seeing it all at once and it's too much, my heart fills up like a balloon that's about to burst.

domingo, 11 de noviembre de 2018

Hembrismo, ¿mito o realidad?

Se dice que el hembrismo es justo lo contrario del machismo. Pero, ¿realmente eso existe? ¿En qué sociedades se da o en qué épocas históricas ha existido? ¿Sabemos lo que es el machismo? ¿Somos consciente de lo que supone a nivel histórico, cultural, sociológico, psicológico y estructural?

El machismo no son sólo los 3 babosos de turno que nos satirean por la calle, o el garrulo que dice que los hombres son los que mandan. El machismo es un sistema de valores y costumbres arraigados desde hace miles y miles de años que legitima la inferioridad de la mujer por el mero hecho de haber nacido mujer. Ha permitido y sigue permitiendo y aceptando socialmente (en muchos casos incluso por ley), entre otras cosas, que una mujer tenga que pedir permiso a su marido para hacer cualquier gestión, que una mujer no pueda trabajar ni tenga acceso a estudios (básicos y/o superiores), que no pueda votar, que no pueda conducir, que se le pueda pegar una paliza para aleccionarla, que se la viole si un tío necesita satisfacer sus "necesidades biológicas típicas de macho", que luego se la condene a muerte por haber sido violada, que se cosifique y esclavice sexualmente, que se prostituya y a la vez se la estigmatice por ello, que cobre menos por hacer el mismo trabajo que un hombre, que no pueda acceder a puestos de poder, que no pueda entrar en ciertos lugares por ser “impura”, que se la prive de placer sexual extirpándole el clítoris, que tenga que estar dispuesta a tener sexo siempre que su pareja quiera (o cualquier tío con el que haya sido simpática), que se la juzgue por su forma de vestir y que a la vez se la critique si no sigue los cánones de belleza establecidos (por los hombres), que se le exija ser madre o en su defecto que sea cariñosa, entregada y cuidadora incondicional, que se le diga qué hacer con su cuerpo, que se dé por hecho que ella deba ser la principal encargada de las tareas domésticas (si no la única), que se la tache de guarra y dejada si no limpia la mierda que han dejado los hombres con los que convive, que se la tache de amargada si no está siempre sonriendo y complaciente, que se la acuse de ser una amenaza y una vergüenza para las otras mujeres si no es sumisa o si expresa rabia o cualquier otra emoción que no sea delicadeza y dulzura. Y así un largo etcétera que todos conocéis de sobra.

Ahora decidme, ¿en qué momento y lugar se han dado todas estas mismas situaciones, o al menos en un 10%, pero al revés, es decir, de las mujeres hacia los hombres? ¿En qué sociedad se acepta ese abuso hacia los hombres? ¿Y qué organización política o social se ha agrupado con la intención de redactar unas leyes que permitan que se haga todo esto con los hombres? ¿Contra qué peligrosa fuerza hay que luchar para que esta atrocidad no se lleve a cabo contra los hombres? ¿En qué mundo son estas ideas una amenaza real para el futuro de los hombres? Os lo digo yo, en el mundo onírico del colectivo machista. Porque esto no es más que un miedo subconsciente que tienen algunos (y algunas).

Que haya unas pocas mujeres que desde la rabia, la indignación y la desidia hayan perdido los papeles (porque son unas histéricas... una "MUJER de verdad" nunca pierde la calma y sabe estar), y en una red social hayan puesto que "los hombres son todos unos cabrones y sin ellos estaríamos mejor", está bastante lejos de convertirse en algo parecido al sistema patriarcal que lleva años subyugándonos. Si ya la igualdad mundial (que esto del machismo no solo ocurre en vuestro barrio) sigue pareciendo una utopía, imaginaos un sistema en el que las mujeres abusaran de los hombres y se viera normal e incluso se idolatrara a la mujer como ser fuerte y poderoso.

Entiendo el escándalo y la preocupación cuando salen mensajes de mujeres con tanto odio hacia los hombres (que para esto ya había un nombre: misandria). Yo también en su día me horroricé y usé términos como "feminazi" o "hembrista". Porque yo desde que tengo uso de razón me he considerado feminista, porque por suerte mis padres me educaron en valores de igualdad, y me hablaron de feminismo como lo que siempre ha sido: un movimiento político que busca la liberación de la mujer y la igualdad de derechos para todos los seres humanos. Por eso cuando leí esas cosas también pensé cosas como "cuánto daño hacen esas mujeres al movimiento", o "esas tías son locas y no son feministas de verdad".

Con el tiempo me di cuenta de que yo, por el mero hecho de haber nacido en esta sociedad, también soy machista. Porque tod@s, en mayor o menor medida, lo somos. Y negarlo, es estar totalmente alienada. Me di cuenta de que esas noticias sobre "feminazis" no eran más que fruto de una sociedad machista cagada de miedo y que se alimenta del sensacionalismo. Las atrocidades que llevamos sufriendo día a día las mujeres están tan normalizadas (desigualdades, vejaciones, asesinatos, violaciones), que es comprensible que esas noticias de palabras de desprecio hacia los hombres hagan más ruido, y además eso les viene muy bien a los que tienen pavor por perder sus privilegios. Así, dándole más cobertura a esas noticias aisladas pero ruidosas, se desvía la atención del problema real y se perpetúa.

Y ¿cómo caí en la cuenta de tal sucia artimaña? Leyendo mucho e informándome por mí misma. Pero no leyendo memes ni posts sensacionalistas compartidos por hombres "ofendidos" por los ataques de esas mujeres -que, por cierto, nadie conoce personalmente...-, sino leyendo libros, ensayos, artículos serios escritos por mujeres que llevan en el movimiento toda su vida. Y entonces descubrí que, yo que había sido feminista toda mi vida, que había estado en formaciones políticas donde se había debatido el tema infinidad de veces, que había estado metida en foros de discusión, que había escrito manuales y notas de prensa hablando sobre feminismo, al final tenía las mismas mierdas machistas grabadas a fuego en mi cabeza. Tenía actitudes, pensamientos y palabras totalmente machistas. ¡Menudo bofetón me llevé en la cara! Yo, feminista hasta la médula, tenía que deconstruirme* y aprender de nuevo muchas cosas para entender en profundidad los cambios que como sociedad necesitamos para así erradicar de una vez el sistema patriarcal.

Así que dejé de darle bombo a esas publicaciones porque eso sólo conseguía darle más fuerza a aquellos que querían desprestigiar al movimiento feminista. Usar esos términos (inventados por hombres de extrema derecha y con una connotación condescendiente) es otra manera de perpetuar la misoginia y la actitud infantil de esos hombres que se ven amenazados cuando les hablas de feminismo. Porque, ¿cuántos hombres conocéis que reconozcan abiertamente que son machistas? ¿Cuántos de ellos admiten que deben deconstruirse para dejar a un lado esa educación machista tan arraigada? ¿Cuántos se interesan por aprender y preguntan a sus amigas o parejas para mostrar su apoyo y convertirse en aliados en la lucha por la igualdad? Pocos, muy pocos. Sin embargo, ¿cuántos hombres conocéis que cuando sacáis el tema del feminismo con lo primero que saltan es con eso de "sí, pero también hay mujeres que se pasan con el feminismo y lo llevan al extremo. Esas mujeres se creen superiores a los hombres, así que son iguales que los machistas" (como cuando se habla de racismo y alguien obvia los siglos de esclavitud y discriminación diciendo que también hay negros racistas). ¿En serio? ¿Vamos a debatir sobre algo tan grave con la retórica de los políticos del "tú más y peor"? ¿De verdad una mujer es capaz de reconocer que tiene actitudes machistas y que tiene mucho que desaprender, pero un hombre no? ¿De verdad lo más maduro que es capaz de decir un hombre es "¡yo no soy machista!, yo tengo madre, hermanas y muchas amigas y siempre he defendido a las mujeres"? ¿De verdad no somos capaces de ser más humildes y autocríticos?

Por favor, seamos realistas y objetivos, y centrémonos en el problema real y no en una supuesta rebelión androcida que jamás va a tener lugar. Si realmente os preocupan esas “hembristas” y lo que puedan ser capaces de hacer, vamos a luchar contra el machismo que es lo que las ha convertido en los horribles seres mitológicos que son.


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*Deconstrucción: ejercicio de evaluación personal en el que la persona se esfuerza por desaprender, identificar y eliminar las actitudes machistas a las que ha estado expuesta toda la vida.

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