It's hard to stay mad when there's so much beauty in the world.
Sometimes I feel like I'm seeing it all at once and it's too much, my heart fills up like a balloon that's about to burst.

sábado, 20 de abril de 2019

¡Alcohol, alcohol!


¡Hemos venido a aborregarnos! Y, por ello, efectivamente, el resultado nos da igual. Pero, ¿en serio? ¿El resultado da igual? ¿Nunca nadie se ha parado a reflexionar en la letra de esa canción? O lo que es peor, ¿que la gran mayoría de la población la repita con orgullo o, lo que es peor, indiferencia? ¿Dónde queda la hermenéutica de la sospecha cuando se trata del elemento más socializador que existe? Ni el fútbol, ni la política, ni hablar del tiempo... lo que más "une" a las personas, lo que más las convierte en seres sociales, lo que más borra sus diferencias es el alcohol. Da igual la clase social, la ideología política, la religión, casi todas las personas beben. Casi todos/as asocian las celebraciones, las fiestas y la diversión con el alcohol. La inmensa mayoría, después de un duro día de trabajo, reuniones, jornadas reflexivas, etc, creen que no hay nada mejor que irse a tomarse unas cañas para desconectar y entrar en un modo más distendido con sus compañeros/as. ¿No deberíamos dudar de que haya algo tan popular en nuestra sociedad? ¿No deberíamos considerar que quizá el alcohol sea la droga más peligrosa que existe?

Pero, ¿por qué el alcohol es más peligroso que cualquier otra droga?

1) Porque es legal. Y por tanto asequible. Comprar una botella de alcohol es más barato que una entrada de cine o un libro. Cualquier persona mayor de 18 años (o con un DNI falso) puede comprar alcohol en cualquier supermercado o quiosco por unos pocos euros, sin ser juzgada.

2) Porque está socialmente aceptado. Es más, está tan aceptado que pareciera que la única manera de hacer amigos y reforzar las relaciones sociales es saliendo a beber. Y si eres abstemio (si no has bebido nunca o no tienes interés en probarlo), la gente en lugar de verlo como algo bueno y saludable -o simplemente respetarte-, te excluye, margina, y estigmatiza llamándote aburrido/a, soso/a o raro/a. Y no solo eso, sino que te presiona para beber, a veces incluso forzándote/engañándote y a algunos/as no les queda otra que ceder en pos de la aceptación. Nadie quiere sentirse aislado o ser el/la aguafiestas y tener ese sambenito de por vida. Aunque a algunos/as se lo hayan colgado en contra de su voluntad por el mero hecho de haber tomado la libre elección de no beber.

3) Porque hay un lobby multimillonario detrás que se encarga de venderte el alcohol como algo guay. Eventos de todo tipo inundados con campañas publicitarias donde los actores, cantantes y futbolistas del momento están ahí divinos de la muerte sujetando una copa de alcohol, sonriendo y diciéndote lo genial que es ser como ellos. Así como series y películas donde todas las escenas de fiesta y diversión están plagadas de bebidas alcohólicas.

Pero el lobby del alcohol, como no tiene suficiente con eso, paga millonadas para que algunos medios se inventen titulares tan peligrosos como que una copita de vino es saludable (no hay NINGÚN estudio estrictamente científico que lo respalde, pero sí los hay diciendo lo contrario). También es tan listo que juega con las palabras usando términos como zumo seguido de cebada (un cereal, al fin y al cabo) para hacerte creer así que la cerveza también es algo saludable. Y luego está mi conjunto nominal favorito: consumo moderado. Esto da a entender que si consumimos alcohol de forma moderada (¿quién determina esa moderación?) no pasa nada, que estamos a salvo. ¿Alguien me explica cómo se puede consumir algo altamente perjudicial con moderación? ¿Cómo sabemos cuándo parar? ¿Ponemos en riesgo nuestra capacidad de tolerar el alcohol para saber dónde está nuestro límite? ¿Cuál es el límite? ¿El coma etílico? ¿La alcoholemia?

4) Porque es adictivo. Y no solo a nivel físico (modificando la química de nuestro cuerpo), sino también psicológico. Si de por sí es una sustancia adictiva, el hecho de que sea tan barato y asequible hace que se consuma más (¡¿y la moderación?!), y a más consumo más insensible se vuelve uno/a y más necesita consumir para notar sus maravillosos efectos. ¿Alguien conoce a alguien que salga toda la noche y se tome solo UNA copa y aguante hasta las 7 de la mañana sin querer tirarse por un puente? (Yo lo he hecho, pero tomando solo agua, o nada de nada... Pero ese es otro tema).

Pero esa adicción y esa dependencia es además psicológica. Porque la presión que hemos sufrido desde la adolescencia y las ideas que nuestro entorno nos han metido en la cabeza son tan fuertes, que irremediablemente no sabemos pasarlo bien sin tomar alcohol. La gente asocia alcohol con diversión. Cuando sales y todos tus amigos hacen el idiota, tú quieres ser uno más y reírte, porque si no es que no tiene ni putera gracia ver a un grupo de gente borracha. Pero también se asocia con libertad, por eso de que dicen que te deshinibe y te deja ser como realmente te gustaría ser (¿?) o hacer lo que tu subconsciente reprime.  ¡Ah, y no nos olvidemos de la rebeldía! Tras años de represión parental y de otro tipo, uno quiere creer que tiene el control sobre algún aspecto de su vida. ¡Wow, qué rebelde es hacer lo que hace todo el mundo!

Cuando llevas años haciendo estas asociaciones mentales, es muy difícil creer que sea posible pasárselo bien, sentirse libre y ser un rebelde sin tomar ni una gota de alcohol. ¿Quién no ha oído eso de "para no beber, me quedo en casa"? Y en el fondo hacen bien, porque cuando observas tu alrededor desde la sobriedad te das cuenta de lo estúpido que es beber alcohol, sobre todo con lo malo que está.

Y digo yo, ¿por qué tanta insistencia en que bebamos alcohol? ¿Por qué esas campañas publicitarias multimillonarias que nos vende el alcohol como lo más guay? ¿Por qué se nos presiona tanto para beber desde la adolescencia y se nos margina si no lo hacemos? ¿Por qué todo el mundo acaba cediendo y cayendo aún reconociendo que el sabor es asqueroso y que luego lo pasan fatal con la resaca? ¿Quién tiene tanto interés en que consumamos una sustancia altamente adictiva, y por qué? ¿Quién nos quiere insensibilizados, dependientes y aborregados? ¿De verdad nadie se hace estas preguntas? ¿Dudamos de otras industrias multimillonarias pero no de una que está presente en TODAS partes y que además tiene efectos físicos y psicológicos sobre nuestra persona? ¿Por qué es imposible encontrar un sólo sitio libre de alcohol a no ser que sea un centro de alcohólicos anónimos o una guardería -de esta última dudo-? ¿Por qué no existe otro tipo de ocio, otras formas de socialización en la que el alcohol no sea el protagonista? ¿Por qué tengo que sentir vergüenza si un sábado noche quiero pedirme un té? ¿Por qué tengo que sentir que debería pedirme algo que no me apetece sólo para que no me miren mal o me insulten o incordien toda la noche?

Preguntas que llevo haciéndome desde que tengo uso de razón y que sigo sin responderme. Pero lo más frustrante es que en 32 años aún no he conocido a NADIE personalmente que se haga estas mismas preguntas.

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